En la sección "Cómo se Trabajó la Raza", hemos incluido una reseña histórica teniendo como referencia La Laguna (Tenerife), en la que han participado varios criadores.
La reproducimos también aquí en noticias, aunque permanecerá fija en "Cómo se Trabajó la Raza".
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Historia del giboso español desde La Laguna
Las islas canarias por su historia y condición geográfica han mantenido a lo largo de los siglos un contacto permanente con Europa y el mundo. La prueba de ello es la exportación de canarios silvestres que dio lugar al canario domestico. En sentido inverso desde el siglo XIX se tiene constancia de que hay en el archipiélago pájaros rizados conocidos por los laguneros y el resto de la isla como pájaros belgas procedentes de criaderos europeos, traídos por los mercantes que hacían la ruta hacia canarias.
En la isla de Tenerife se fue creando un pájaro rizado y fuerte que no era el rizado del sur pero que tenía unas características propias, que se fue perfeccionando a través del tiempo. A partir de los años 60 del siglo XX, se produjo desde las islas una corriente de exportación de ejemplares autóctonos a la península, mas concretamente a las inmediaciones de Cádiz y Sevilla por sus puertos.
Esos pájaros en un grupo reducido de criadores andaluces se fueron criando entre ellos dando lugar a un ejemplar más pequeño con pérdida de plumas y agilidad, que fue bautizado con el nombre de fino de Sevilla, de los cuales algunos volvieron a la laguna y a los criaderos tinerfeños que se intercambiaban habitualmente por esa época.
Ya en los años 60 los pájaros isleños robustos, mezclados con los más pequeños y con más cuello, llegados desde la península, dio lugar, mas tarde se denomino en su reconocimiento como el giboso español.
La agrupación ornitológica tinerfeña empieza a realizar unas pequeñas exposiciones trayendo jueces de la península para enjuiciar esos ejemplares autóctonos por el año 77, llamado después giboso español, dejando constancia algunos jueces de la diferencia entre Gibber Italicus y rizados del sur como el melado tinerfeño animando a los participantes a su reconocimiento.
En el año 1979 se produce una importante reunión en Santa Cruz de Tenerife, para el futuro del giboso español. El vicepresidente de la agrupación ornitológica la giralda, Don Jesús Jiménez Cossío, y el juez internacional Vigas Casas, mandado por la presidencia de FOCDE, se desplazaron hasta Tenerife para reunirse con los representantes de la agrupación ornitológica tinerfeña que estaba formada por Eduardo Hernández Morales, Carmelo Hernández Reyes, Juan José García Concepción, Antonio Sánchez Cembellin, Juan Ramón Sánchez Llarena y Antonio Rodríguez Acuña, en la que se trataron asuntos concretos para su reconocimiento.
El juez OMJ Vigas Casas constato la diferencia entre el Gibber Italicus con el Giboso, y se opino de la nueva raza.
La reunión se saldo sin acuerdo en cuanto al nombre a poner. El señor Cossío apostaba por el Fino Sevillano, a sabiendas que los ejemplares procedían de un cruce entre peninsulares y canarios, o tinerfeños, mientras que los criadores canarios querían como nombre, Giboso Tinerfeño.
La reunión celebrada en Valencia en el año 1980, a la cual asistieron por parte de la Agrupación Ornitológica Tinerfeña, su presidente Juan Ramón Sánchez Llarena, y por parte de la Agrupación Ornitológica La Giralda, el vicepresidente Don Jesús Jiménez Cossío y el presidente de FOCDE, Alfonso Babra, antes de la presentación para el reconocimiento a nivel nacional del giboso, para ponerse de acuerdo con el nombre, ya que el pájaro estaba muy bien definido.
De esta última reunión salió el nombre de giboso español, que fue aceptado por las dos partes aunque en el siguiente año se organiza una exposición en Sevilla y se le sigue dando el nombre de Fino Sevillano. Al final se reconoce como raza en el nacional de 1980. Y en Alemania, como reconocimiento mundial en el año 1984.
Desde entonces la raza del giboso español se ha expandido de manera importante y la isla de Tenerife, en concreto, es un importante foco de exportación, ya que salen a criaderos nacionales, europeos y mundiales muchos ejemplares. En un censo realizado en la temporada 2011, el número de gibosos españoles en los criaderos de las Islas Canarias, superan los 6000 ejemplares. Los criadores de las islas agradecen el esfuerzo y las gestiones realizadas por algunos dirigentes peninsulares para el reconocimiento del giboso español y en especial a esos criadores mayores que fueron los que hicieron esos intercambios. A los pioneros Don Antonio Rodríguez Acuña y don Jesús Jiménez Cossío les hemos dado un reconocimiento especial por su arduo trabajo.
Han participado en la reunión sobre la historia del giboso en La Laguna, el 14 de Enero, los siguientes criadores:
Carmelo Hernández Reyes
Leopoldo Méndez Marrero
Juan José García Concepción
Ricardo Gutiérrez Fernández
Juan José González Oliva "Juez"
Antonio Sánchez Cepellin
Cirilo A. Cruz González "Juez"
María de los Ángeles Celdran García
José Juan Rivero López "Juez"
José Enrique Sánchez González
Manuel Catalán González
Raúl Pérez Castro
Antonio Alemán Gil "Juez", en calidad de presidente de la Federación Ornitológica Canaria.
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